Una batidora mezcladora, es un electrodoméstico que permite batir o mezclar alimentos blandos, esponjar y emulsionar mezclas y salsas, y montar claras de huevo a punto de nieve.
Funcionamiento de la batidora
Un motor eléctrico (usualmente un motor universal) hace girar un eje, ese eje va conectado a una serie engranajes, que se conectan a unas varillas de metal. Al girar, estas provocan el movimiento de batido de la mezcla de ingredientes.
Suelen tener varias velocidades, controladas electrónicamente o mecánicamente mediante un interruptor haciendo la vida mas fácil y rápida, y permitiendo crear nuevos alimentos uniendo ingredientes.
Tiene un cuerpo compacto, y el accesorio mezclador suele estar montado en ángulo recto. Tiene varillas finas formando anillas, lo que permite que el aire penetre en la mezcla. Los modelos que valen para amasar disponen de otro accesorio con varillas metálicas más estrechas y rígidas.
La primera batidora fue inventada por Herbert Johnston en 1908.1 No se sujetaba con la mano como la mayoría de los modelos actuales, más ligeros, sino que era un aparato fijo que se colocaba en una mesa o una encimera. Fue comercializada por la empresa norteamericana Hobart Electric Manufacturing Company, que buscaba ofrecer a los restaurantes una versión de mesa de las grandes batidoras industriales ya existentes.
Antes de la invención de la batidora
Antes de que fueran inventadas las batidoras se utilizaba el mortero, o molcajete (México), que consiste es un cuenco de piedra, bronce, madera o alfarería vidriada de uso doméstico, con un pilón, o el batán (Perú), que permiten triturar, pulverizar o moler manualmente las materias depositadas en el cuenco, de forma tal que es posible obtener una mezcla alimenticia más o menos homogénea. Con el mortero se puede obtener una salsa en aproximadamente una hora, mientras que con la licuadora, que realiza la mezcla de alimentos de manera casi instantánea, la misma salsa se obtiene en menos de 5 min, con el consecuente ahorro de tiempo para la preparación de los alimentos.
Para emulsionar salsas y montar la nata o las claras a punto de nieve, se utilizaba un batidor de varillas manual. Este ustensilio se sigue empleando comúnmente hoy en día.
Funcionamiento de la batidora
Un motor eléctrico (usualmente un motor universal) hace girar un eje, ese eje va conectado a una serie engranajes, que se conectan a unas varillas de metal. Al girar, estas provocan el movimiento de batido de la mezcla de ingredientes.
Suelen tener varias velocidades, controladas electrónicamente o mecánicamente mediante un interruptor haciendo la vida mas fácil y rápida, y permitiendo crear nuevos alimentos uniendo ingredientes.
Tiene un cuerpo compacto, y el accesorio mezclador suele estar montado en ángulo recto. Tiene varillas finas formando anillas, lo que permite que el aire penetre en la mezcla. Los modelos que valen para amasar disponen de otro accesorio con varillas metálicas más estrechas y rígidas.
La primera batidora fue inventada por Herbert Johnston en 1908.1 No se sujetaba con la mano como la mayoría de los modelos actuales, más ligeros, sino que era un aparato fijo que se colocaba en una mesa o una encimera. Fue comercializada por la empresa norteamericana Hobart Electric Manufacturing Company, que buscaba ofrecer a los restaurantes una versión de mesa de las grandes batidoras industriales ya existentes.
Antes de la invención de la batidora
Antes de que fueran inventadas las batidoras se utilizaba el mortero, o molcajete (México), que consiste es un cuenco de piedra, bronce, madera o alfarería vidriada de uso doméstico, con un pilón, o el batán (Perú), que permiten triturar, pulverizar o moler manualmente las materias depositadas en el cuenco, de forma tal que es posible obtener una mezcla alimenticia más o menos homogénea. Con el mortero se puede obtener una salsa en aproximadamente una hora, mientras que con la licuadora, que realiza la mezcla de alimentos de manera casi instantánea, la misma salsa se obtiene en menos de 5 min, con el consecuente ahorro de tiempo para la preparación de los alimentos.
Para emulsionar salsas y montar la nata o las claras a punto de nieve, se utilizaba un batidor de varillas manual. Este ustensilio se sigue empleando comúnmente hoy en día.