Las galletitas de maicena son un clásico de la pastelería latinoamericana, famosas por su textura suave y delicada que se deshace en la boca apenas las probás.
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Fuente de las imágenes: grok.com |
Valor nutricional (aproximado por masita)
Calorías: 80
kcal
Grasas: 4 g
Carbohidratos:
10 g
Proteínas: 0,5 g
Ingredientes (rinde unas 30 galletitas)
200 g de maicena
100 g de harina
000 (o harina común)
150 g de azúcar impalpable
150 g de manteca
(a temperatura ambiente)
2 yemas
1 cucharadita de
esencia de vainilla
1 cucharadita de
polvo para hornear
Ralladura de 1
limón (opcional, para darle un toque cítrico)
Azúcar común
(para espolvorear, opcional)
¿Qué equipamiento vas a necesitar?
Bowl grande para
mezclar
Batidora
eléctrica o batidor manual
Tamiz o colador
(para los ingredientes secos)
Placa para horno
Papel manteca
Espátula
Cortante redondo
chico (opcional, para darles forma)
Preparar
los secos: En un bowl,
tamizá juntos la maicena, la harina y el polvo para hornear. Este paso es re
importante para que las masitas queden livianas y sin grumos. Reservá esta
mezcla.
Batir la manteca
y el azúcar: En otro
bowl grande, poné la manteca a temperatura ambiente y el azúcar impalpable.
Batí con batidora eléctrica o a mano hasta lograr una crema suave y pareja.
Este proceso puede llevar entre 3 y 4 minutos.
Sumar las
yemas y la vainilla:
Agregá las yemas de a una, batiendo bien después de cada adición. Después,
incorporá la esencia de vainilla y, si querés, la ralladura de limón. Mezclá
hasta que todo esté bien integrado.
Unir con
los secos: Agregá la
mezcla de maicena, harina y polvo para hornear a la preparación de manteca en
tres partes, mezclando suavemente con espátula o con las manos. No amases
demasiado, solo lo suficiente para formar una masa suave y pareja. La masa
tiene que quedar blanda pero no pegajosa.
Armar la
masa: Envolvé la
masa en film y dejala descansar en la heladera unos 20-30 minutos. Esto va a
hacer que sea más fácil trabajarla y ayudará a que las masitas mantengan su
forma durante la cocción.
Precalentar
el horno: Mientras la
masa descansa, precalentá el horno a 180°C. Forrá una placa con papel manteca.
Dar forma a
las masitas: Sacá la
masa de la heladera y dividila en porciones chicas. Armá bollitos de
aproximadamente 2 cm de diámetro y ponelos en la placa, dejando unos 3 cm de
espacio entre cada uno. Si preferís, aplastá un poquito los bollitos con la
palma de la mano o usá un cortante redondo para que queden más parejos.
Hornear: Llevá la placa al horno y cociná durante 10-12
minutos, o hasta que las masitas estén apenas doraditas en la base. No tienen
que tomar mucho color en la superficie, porque su característica es ser
blanquitas.
Enfriar y
decorar: Sacá las
masitas del horno y dejalas enfriar en la placa unos 5 minutos antes de
pasarlas a una rejilla. Si querés, espolvoreales azúcar común por encima o
decoralas con un poco de chocolate derretido cuando estén completamente frías.
Textura
perfecta: La clave para
unas masitas de maicena perfectas es no trabajar la masa en exceso, ya que esto
puede hacerlas más duras. Mezclá solo hasta que los ingredientes estén
integrados.
Toque
personalizado: Podes
sumar un poco de coco rallado a la masa para un sabor más tropical o sumergir
las masitas en chocolate derretido para un acabado más sofisticado.
Conservación: Guardalas en un recipiente hermético para que se
mantengan frescas durante unos 7-10 días. También podés congelar la masa cruda
y hornearlas cuando desees.
Sin gluten: Si preferís una versión sin gluten, asegurate de
usar harina de trigo certificada sin gluten o reemplazala por más
maicena, aunque esto puede alterar ligeramente la textura.
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