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Fuente de las imágenes: https://www.shutterstock.com/es/image-photo/strawberry-cake-vanilla-sponge-cream-cheese-2266893033 |
La maicena no solo sirve para espesar salsas o hacer postres clásicos: también puede ser la estrella de recetas ricas, fáciles y súper tentadoras. Por eso, hoy te compartimos tres preparaciones infaltables si sos fan de lo dulce.
Primero, unos
alfajorcitos de maicena que se deshacen en la boca, luego una naked cake con
masa cítrica y, por último, un postre de toda la vida que no pasa de moda:
maicena con leche.
Pongamos manos a
la obra y empecemos.
400 g de maicena (almidón de maíz)
100 g de harina
0000
9 yemas (o 2
huevos + 3 yemas para una textura más blanda)
15 g de polvo
leudante
150 g de manteca
1 cucharada de
ralladura de limón
150 g de azúcar
impalpable Chango
1 cucharada de
esencia de vainilla
1 cucharadita de
sal
1 cucharada de
coñac
Dulce de leche
repostero (cantidad a gusto)
Coco rallado
(cantidad a gusto)
En un
recipiente, mezclá la manteca pomada (manteca a temperatura ambiente) con el
azúcar impalpable hasta lograr una crema suave.
Incorporá a la
mezcla la ralladura de limón, el coñac y la esencia de vainilla. Luego, agregá
las yemas y revolvé hasta que todo quede homogéneo.
En otro bol,
mezclá la harina, la maicena, el polvo de hornear y la sal. Después, tamizá
estos ingredientes secos para añadirlos a la preparación.
Amasá la mezcla
para que los ingredientes secos se incorporen bien hasta formar una masa.
Estirá la masa
con un palo de amasar hasta que tenga entre 1 y 2 cm de espesor. Luego, dejala
reposar sobre una bandeja espolvoreada con harina hasta que se enfríe.
Una vez fría la
masa, usá un molde redondo para cortar círculos de unos 4 cm para hacer las
tapas de los alfajores. Después, colocá las tapas en una bandeja untada con
grasa y mandalas a el horno (a 170°) de 8 a 10 minutos. Vigilá que no se pasen
de cocción.
Ensamblá los
alfajores colocando el dulce de leche que más te guste entre dos tapas y cubrí
los bordes con coco rallado.
Tip extra: Si usás 2 huevos y 3 yemas en lugar de 9 yemas,
la masa será más suave al trabajarla, pero quedará más firme tras la cocción.
200 g de manteca
200 g de azúcar
impalpable Chango
4 huevos
Ralladura y jugo
de 1 limón
100 g de harina
0000
200 g de maicena
(almidón de maíz) Chango
15 g de polvo
para hornear
½ cucharadita de
bicarbonato de sodio Chango
50 g de crema de
leche
Jugo de ½ limón
150 g de
mermelada de damascos
3 cucharadas de
ron o coñac
3 claras
240 g de azúcar
Chango
300 g de manteca
1 cucharadita de
esencia de vainilla
Batí la manteca
pomada hasta que esté cremosa y sumale el azúcar impalpable de a poco mientras
seguís revolviendo. Una vez incorporado todo el azúcar, agregá la ralladura de
limón.
En un recipiente
aparte, batí ligeramente los huevos e incorporalos en forma de hilo a la mezcla
de manteca, integrando bien todo.
Luego, en otro
recipiente, mezclá la harina, la maicena, el polvo para hornear y el
bicarbonato. Después, tamizá estos ingredientes secos e incorporalos a la
mezcla.
Sumá también la
crema de leche mezclada con jugo de limón hasta que toda la preparación se
vuelva homogénea.
Dividí la masa
en 3 moldes de 18-20 cm previamente enmantecados. Alisá la superficie y horneá
a 170°C durante 25-30 minutos. Dejá entibiar y desmoldá sobre una rejilla.
Combiná el jugo
de limón, la mermelada y el ron o coñac (según tu gusto). Tamizá la mezcla si
es necesario.
Pincel la torta
aún tibia con esta mezcla para que absorba bien el sabor. Si está muy espeso,
agregá unas gotas de agua caliente.
Para la crema
prepará un almíbar calentando el azúcar con 60 cc de agua hasta que alcance
120°C.
Batí las claras
con una pizca de azúcar hasta formar picos suaves. Incorporá el almíbar
caliente en forma de hilo mientras seguís, como si fueras a hacer un merengue
italiano. Después, sumá la esencia de vainilla.
Seguí batiendo
hasta que la mezcla se enfríe. Debe quedar a temperatura ambiente.
Incorporá la
manteca en cubos y batí hasta obtener una crema lisa.
Usá la crema
para rellenar y unir los discos de torta. Apilá los niveles y decorá con más
crema.
1 litro de leche
5 cucharadas
de maicena (almidón de maíz)
4 cucharadas de
azúcar
Esencia de
vainilla (a gusto)
En un bol chico,
mezclá una taza de leche (240-250 ml) con las 5 cucharadas de maicena hasta
disolver todos los grumos. Reservá esta preparación.
Luego, en una
olla colocá el resto de la leche junto al azúcar y la esencia de vainilla.
Calentá a fuego lento y revolvé.
Cuando la leche
esté caliente, agregá la mezcla de maicena y continuá revolviendo de forma
continua.
Cuando la mezcla
se espese y esté a punto de hervir, retirala del fuego y, con una cuchara de
madera, seguí revolviendo de forma envolvente hasta que la temperatura
disminuya.
Decorá tu postre
con los ingredientes que más te gusten. Podés espolvorear cacao en polvo,
agregarle canela o caramelo. Esto es según tu preferencia.
Dejá que el
postre de vainilla se termine de enfriar y disfrutalo.