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Fuente de las imágenes: Gemini |
Guía para
comenzar una dieta libre de gluten
Dar el salto a
una alimentación sin gluten puede parecer desafiante al principio, pero con
información clara y algunos ajustes cotidianos, es completamente posible llevar
una dieta equilibrada, segura y sabrosa.
Tanto si lo
hacés por un diagnóstico médico como por decisión personal, esta guía te va a
acompañar en los primeros pasos del cambio.
¿Qué es el
gluten y por qué se elimina de la dieta?
El gluten es una
proteína que se encuentra en cereales como el trigo, el centeno y la cebada.
Aunque no representa un riesgo para la mayoría de las personas, algunas
desarrollan reacciones que afectan su salud digestiva y general.
Las principales
razones por las que muchas personas adoptan una dieta basada en productos libres de gluten incluyen:
Enfermedad
celíaca: una
afección autoinmune que requiere evitar el gluten de forma estricta y
permanente.
Sensibilidad
al gluten no celíaca: provoca
molestias similares a la celiaquía, aunque sin daño intestinal comprobable.
Alergia al
trigo: una
respuesta inmunológica al consumo de este cereal.
Cómo
comenzar una dieta libre de gluten
1. Revisá
lo que tenés en casa
El primer paso
es identificar qué productos ya no son aptos. Para eso, mirá bien las etiquetas
y apartá aquellos que contengan:
Trigo y
derivados (harina, sémola, cuscús)
Cebada
Centeno
Avena sin certificación
(puede contener trazas de gluten)
Recordá que
también hay muchos alimentos industrializados que lo incluyen de manera oculta,
como fiambres, golosinas, sopas instantáneas, aderezos y snacks.
2. Apostá
por alimentos naturalmente sin gluten
Podés mantener
una dieta rica y variada con opciones como:
Frutas y
verduras frescas
Carnes, huevos y
lácteos sin procesar
Legumbres, maíz,
arroz, papa, mandioca, quinoa y amaranto
Aceites y frutos
secos al natural, sin agregados ni coberturas
3. Elegí
productos certificados
Para mayor
seguridad, buscá siempre el sello “Sin TACC” o “libre de
gluten”, que asegura que el producto fue elaborado bajo normas específicas.
Esto aplica para:
Panificados,
galletas y mezclas de repostería
Pastas y harinas
especiales
Snacks,
golosinas y congelados aptos
4. Cuidá la
contaminación cruzada
Aunque uses
productos aptos, pueden contaminarse al entrar en contacto con utensilios o
superficies con gluten. Tené en cuenta:
Usar utensilios
exclusivos o bien lavados
Evitar compartir
tostadoras, aceiteras o tablas de cortar
Preparar primero
los platos sin gluten para mayor seguridad
5. Leé
siempre las etiquetas
Este hábito es
esencial. Si un alimento no indica de forma clara que es libre de gluten, lo
recomendable es no consumirlo. Ingredientes como almidón modificado, fécula o sabores
naturales podrían contener gluten si no están certificados.
Ideas
sencillas para tus primeras comidas
Adoptar una
alimentación sin gluten no significa renunciar al sabor. Algunas propuestas:
Desayuno: yogur con frutas frescas y granola sin TACC
Almuerzo: arroz con pollo a la plancha y ensalada tibia
Merienda: budín de banana apto y una infusión
Cena: tortilla de papas con ensalada de estación
Snacks: frutos secos, bastones de zanahoria o galletitas
libres de gluten
¿Conviene
consultar con un profesional?
Sí, siempre. Si
sospechás intolerancia o celiaquía, es importante recibir diagnóstico médico.
Además, un nutricionista puede guiarte para armar un plan equilibrado y
completo, evitando déficits nutricionales.
Empezar una
dieta libre de gluten requiere adaptación, pero no implica dejar de disfrutar
de la comida. Con estas pautas podés dar tus primeros pasos hacia un estilo de
vida más sano y consciente.
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