Si hay algo que nunca falla a la hora de endulzar la semana, es una buena tarta de frutilla. Y si además lleva Leche Condensada, el resultado es simplemente irresistible. Este postre combina una base crocante de galletitas, un relleno suave con un toque cítrico y la frescura de las frutillas. Ideal para sorprender a tu familia o darte un gusto después de una larga jornada.
Probala y contanos qué te pareció en los comentarios. Si te gustó este postre, no te pierdas la receta de torta desnuda en nuestro blog De Recetas y Cocina.
Ingredientes
250 g de galletitas de chocolate
125 g de manteca derretida
240 g de queso crema
½ lata de Leche Condensada
1 cucharadita de esencia de vainilla
½ ralladura de limón
4 cucharadas de jugo de limón
6 frutillas frescas (o más, a gusto)
Preparación paso a paso
1. Preparar la base:
Triturá las galletitas de chocolate en una procesadora (también podés ponerlas en una bolsa y aplastarlas con un palo de amasar). Mezclalas con la manteca derretida hasta lograr una textura arenosa.
Cubrí con esta mezcla la base y los bordes de un molde de tarta de 22 cm de diámetro, presionando bien con una cuchara para compactar.
Llevá a horno precalentado a 180°C durante 15 minutos. Luego, dejá enfriar completamente antes de agregar el relleno.
2. Preparar el relleno:
En un bowl, batí el queso crema durante 3 minutos hasta que quede bien suave. Agregá la Leche Condensada, la esencia de vainilla, la ralladura y el jugo de limón. Integrá todo hasta obtener una crema lisa y homogénea.
Verté la mezcla sobre la base ya fría y alisá la superficie con una espátula.
3. Refrigerar y decorar:
Llevá la tarta a la heladera por al menos 4 horas, o hasta que el relleno esté firme.
Antes de servir, decorá con frutillas frescas cortadas en rodajas o mitades. Si querés darle un toque extra, podés agregar un poco de mermelada de frutilla tibia por encima o espolvorear con virutas de chocolate blanco.
Tips para que te quede perfecta
Base más crocante: podés usar galletitas tipo Oreo o similares para intensificar el sabor a chocolate.
Toque cítrico justo: si preferís un sabor más suave, reducí la cantidad de jugo de limón a 2 cucharadas.
Versión sin horno: omití el paso del horneado y llevá la base a la heladera por 30 minutos antes de agregar el relleno.
Un postre que enamora a todos
Lo mejor de esta receta es su simplicidad y versatilidad. No necesitás ser experto en repostería para lograr una tarta espectacular. La combinación del queso crema con la leche condensada da como resultado una textura aterciopelada, mientras que el limón aporta ese toque fresco que equilibra la dulzura.
Además, podés adaptarla a la temporada: en verano, probá reemplazar las frutillas por duraznos, arándanos o mango, y en invierno, por una capa de dulce de leche con virutas de chocolate.
Perfecta para cualquier ocasión: una tarde de domingo, una merienda con amigos o un cumpleaños improvisado.
Animate a prepararla esta semana y disfrutá un momento dulce, fresco y lleno de sabor.
Porque a veces, la felicidad se sirve en forma de tarta… y con un toque de Leche Condensada.


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